Nada es como fue y cada vez tenemos más claro que nada volverá a ser como antaño.
Los tiempos cambian, las tecnologías, las personas, los productos y servicios se adaptan a los nuevos entornos.
En estrategia no va a ser menos, no podemos aferrarnos a no tan antiguas creencias y metodologías de diseñar una estrategia, elaborarla, dotarla de recursos, implementarla, etc como si de un proceso standard se tratara.
En estos momentos, la complejidad de los entornos en los que nos movemos, la fragilidad de los mercados, su madurez y globalidad nos obligan a reaccionar de manera inmediata y eficaz a estos cambios que nos afectan tanto a la estrategia como al modelo de negocio a seguir.
Nada fácil, pero nada imposible. Un reto interesante que nos hace permanecer en alerta continua y actuar con precisión e inmediatez.
A ello le denominamos “reestrategia” o “reinventar la estrategia” para actuar en cada momento de la mejor manera, teniendo en cuenta que en la mayoría de ocasiones no hemos tenido ni el tiempo ni los recursos necesarios para finalizar la ejecución de los proyectos en curso.
Además, el perfil profesional debe adaptarse a esta forma de actuar, dotándole de las competencias y habilidades oportunas que potencien su actitud en este sentido de estado de permanente alerta.
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