Ayer, en una final de Startups, jóvenes estudiantes (de ingeniería, de economía, legal, social, marketing) con grandes ideas, proyectos e ilusiones, uno de los jueces apuntó que al margen de la idea, el objetivo, valor añadido, innovación, etc. del concepto de la Startup, valoraban muchísimo el equipo.
Como no puede ser de otra manera, las personas somos las que formamos las organizaciones, grandes y pequeñas, quienes ponemos todo nuestro conocimiento, empeño y actitud en desarrollar la actividad de la mejor manera, pero somos las personas las que hacemos organizaciones diferentes.
Una idea, sin un equipo es eso, una «idea».
Pues bien, esa idea en manos de personas con actitud, puede llegar a ser un proyecto interesante, rentable y un proyecto empresarial envidiable para muchos.
Cuando tengamos una idea, compartámosla, mostrémosla, no seamos esclavos de nuestra propia idea, nadie nos la va a quitar, la idea es nuestra. Esta idea compartida seguro que surgen nuevas y mejores oportunidades para desarrollarla y que vea la luz.
No es la idea, es el equipo el que la hace diferente, el que la hace realidad, el que hace que se cumplan sus sueños. Una idea sola no va a ninguna parte, una idea evolucionada y con un equipo ilusionado será un proyecto en el que brillarán todos sus componentes. Sé el indio que haga enamorar a todos de tu flecha.
De la película «Top Gun Maverick», protagonizada por Tom Cruise, Miles Teller, Jennifer Connelly o Val Kilmer entre otros, en una escena Tom Cruise «Maveric» y su viejo rival Val Kilmer «Iceman» hablan de su pasión por ser pilotos, lo que sus carreras han significado para ellos, “No es lo que soy”, le dice Maverick a Iceman, “Es quién soy”.
Las empresas, organismos, entidades, todos están formados por personas con sus características y pasiones, objetivos y resultados, pero lo que diferencia una de la otras siempre es la persona, el equipo, su pasión por el trabajo, ello hace alcanzar el éxito.
No son los títulos acumulados, los años trabajados, los proyectos realizados, que evidentemente es importante y todo suma, es la pasión y el empeño que ponemos en cada uno de nuestros proyectos lo que realmente nos hace diferentes, genera confianza en el equipo y ello lleva a la gloria.
Lo vemos cada día en nuestros proyectos, solo tenemos que levantar la cabeza de nuestro despacho y es fácil detectar dónde está la pasión, lo vemos en el deporte donde equipos apasionados y comprometidos son capaces de luchar hasta el último segundo, animando al resto del equipo a pesar de ir ganando, e incluso a nivel individual, creer en uno mismo, poner toda la carne en el asador en cada proyecto facilita su ejecución, avance y consecución.
Wikipedia nos define: La pasión (del verbo en latín, patior, que significa sufrir o sentir) es una emoción definida como un sentimiento muy fuerte hacia una persona, tema, idea u objeto. Así, la pasión es una reacción intensa que engloba el entusiasmo o deseo por algo. El término también se aplica a menudo a un vivo interés o admiración por una propuesta, causa o actividad.
Una de las aspiraciones de la mayoría de emprendedores y empresarios es crecer, crecer hasta un determinado punto que les dé una cierta estabilidad (o al menos así lo consideren) y se sientan orgullosos de los éxitos alcanzados.
Pocos se plantean cómo alcanzar el crecimiento , es decir, quiénes le acompañaran en el camino y cuántas personas y/o empresas se quedarán en la cuneta, no siempre es prioritario o al menos se tiene en cuenta en la estrategia.
El común denominador es ser más grande, más fuerte, más competitivo que la competencia, ser el primero en lanzar un producto, tener los mejores precios o la mejor calidad.
Nunca el crecimiento viene solo, puede ser fruto de casualidad (pocas veces) o del entorno (otras pocas), sino que la sostenibilidad del crecimiento de cualquier negocio se basa en trazar un camino, y estar preparado para los cambios que deba afrontar. Siempre con nuestro crecimiento deberemos estar acompañados de perfiles profesionales acorde a los objetivos y una serie de empresas en las que confiar y que sumarán sus esfuerzos para juntos alcanzar el éxito deseado.
El éxito es temporal, podemos ser el mejor hoy y mañana dejar de serlo, aún así, si estamos bien acompañados nuestro éxito perdurará mas en el tiempo, y en nuestro crecimiento habremos ayudado y se habrán sumado al carro, una serie de empresas que a su vez habrán crecido con nosotros.
Hace un tiempo que si no estabas en Internet no existías, hoy si no estás en las redes sociales nadie te conoce, y mañana si …… Me refiero tanto a empresas como a profesionales.
El boom de la digitalización se ha llevado a extremos que superan la racionalidad, el sentido común de cualquier persona o profesional. Cierto que mas del 80% que necesitamos un producto o servicio lo primero que hacemos es buscar en Internet, y después preguntamos a familia, amigos, conocidos, clientes, proveedores, ….
En Internet está casi todo, hay de todo, lo bueno y lo …..
Las redes sociales nos permiten ampliar dicha información, así como obtener determinadas valoraciones de un producto o servicio, aspecto a veces decisorio en la adquisición del mismo. Por ejemplo si buscamos un Restaurante o Hotel, nos fijamos en las valoraciones de sus Clientes y ello influye en cierta medida en nuestras decisiones.
Pero llegado llegado a este punto, en el que unos sectores están y son más activos en términos «digitales», nos preguntamos qué precio debemos pagar para tener este tipo de presencia digital, qué parte de nuestro presupuesto debemos destinar a ello, y por supuesto valorar y estimar cuál es el retorno, sin olvidar de los riesgos que implica el tener o no tener presencia, llamémoslo el «coste de oportunidad«.
Cada sector, negocio o actividad debe valorar y ponderar qué, cuándo y cómo debe estar en los principales buscadores de Internet o qué redes digitales son las que le pueden proporcionar mas clientes, negocio o imagen de marca.
No es fácil, ni los más expertos digitales tienen una respuesta clara sobre qué debe hacer cada empresa, cuánto invertir y sobretodo cuál es el retorno que puede obtener. El entorno digital es tan fluctuante, que es prácticamente imposible predecir el éxito de una campaña o de una inversión digital, lo que está claro también es el coste de no hacerla lo que significa que nuestra competencia pueda potenciar su imagen, ser mas proactivo en redes y por lo tanto generar mas interés, contactos y al final clientes.
A pesar de ello, todos sabemos que la búsqueda y el primer contacto generado a través de las redes o presencia digital, no siempre generan en términos de cantidad/calidad, negocio y tiempo, así como el nivel de expectativas que raras veces a corto plazo se puedan considerar «rentables».
La digitalización en sí, ha generado un negocio paralelo para muchas empresas que han visto una oportunidad de negocio, de crecimiento y que ampliar su gama de productos y servicios aprovechando el auge del momento.
Es un negocio, SI.
Hay mercado, SI.
Todas las empresas deben estar en internet y las redes, seguramente SI, a valorar según sector, necesidad y expectativas.
Las redes, la digitalización de la empresa no es la única salvación a nuestros males, a nuestra competencia, es una vías más para tener presencia en un mercado tan competitivo, pero debemos recordar que requiere de un esfuerzo de recursos humanos y materiales importantes y que el retorno de dicha inversión es a medio o largo plazo, entendiendo a partir de los 3 meses y dependerá siempre en gran medida de la inversión realizada. Así que no esperemos grandes resultados a corto, ni confiemos en la salvación de los resultados en una campaña digital, que si bien puede ayudar, no es la panacea.
Mañana no es ni más ni menos que el hoy más el ayer, el hoy planificando que deseamos y queremos y el ayer de lo que hemos sido, hecho y aprendido.
La rapidez en la que nos movemos exige tomar decisiones ágiles, capaces de implementarlas rápidamente así como de ver sus resultados o consecuencias. No se trata tanto de grandes estrategias, sino de vislumbrar el camino que, de manera serpenteante, debemos sortear
Mañana no esta lejos, toda decisión y acción de hoy afectará de manera significativa en las decisiones y acciones de mañana, así que seamos responsables de nuestros pasos, y midámoslos para en cada momento saber empujar con mayor fuerza e ilusión o corregir en caso necesario.
Tenemos en el juego del snooker un ejemplo de estrategia pensada en el paso siguiente, en la que el jugador piensa siempre en el siguiente paso, en dónde dejar la bola para tener mejor posición y continuar jugando. El snooker es un juego de billar para muchos desconocidos, es una modalidad británica en la que se enfrentan 2 jugadores y deben ir embocando las bolas en las esquinas de manera sucesiva una bola roja y otra de color para sumar el máximo de puntos y ganar la partida.
En el dia a dia tomamos decisiones continuadamente y a menudo debemos pensar en las consecuencias de cada decisión, para que sume en la dirección que la empresa desee posicionarse. Como no siempre tenemos todos los elementos de manera objetiva, hay toda una serie de aspectos que no están bajo nuestro control, por lo que cada decisión comporta un cierto riesgo. Con el conocimiento y la experiencia se minimiza el riesgo, no quedando exento ninguna decisión, por lo que hay que seguir la evolución y evitar riegos mayores para tener siempre el máximo control.
La rapidez en la que suceden las cosas, la exigencia de los clientes en respuestas rápidas y que se traslada en presión hacia los empleados y procesos, nos obligan a la toma constante de decisiones.
Ello hace que a veces tengamos la sensación de que nuestro negocio se tambalee, de que no siga el rumba marcado a lo largo de un cierto. No, no es una consideración particular o individual, el sistema (el cliente / usuario) nos obliga a replantearnos continuamente nuestras soluciones y a ofrecer productos y prestar servicios cada vez mas satisfactorios, ágiles y eficiente.
Para ello el equipo es la parte esencial de la organización, para conseguir los objetivos y resultados deseados, debemos estar preparados para, con la información que dispongamos, estar atentos a los envites del sector, de nuestro entorno, de la competencia, de las administraciones y seguir en la senda trazada, salvando las incertidumbres del camino.
Todos los negocios pasan por situaciones diversas, no estamos solos en el mercado y nuestro producto o servicio no pude ni debe ser el mismo a lo largo del tiempo, debe adaptarse a los cambios y necesidades del cliente, aportando innovación y mejoras para ser competitivos de manera sostenible.
No cambiemos el objetivo, tomemos el mejor camino en cada momento, y si podemos, de la manera más rápida posible adaptemos la velocidad en la respuesta para la mejora nuestra competitividad.
Después de largos meses de esta pandemia, en la que hemos aprendido a vivir en un entorno mas digitalizado, donde todo el mundo (ciudadanos, empresas, escuelas, administración, familias, niños y adultos, …) ha hecho un esfuerzo importante para no dejar atrás su trabajo o actividad, muchas veces sin formación previa, a la aventura, con la necesidad de integrar la tecnología en nuestras vidas porque no había opción, ahora con mayor tranquilidad nos podemos plantear si la vida tanto en lo social o lo profesional pueden o deben continuar siendo digitales.
Y porque no ??? Seguramente muchos ya piensan que su actividad se puede ejecutar de manera mas eficiente evitando o reduciendo los desplazamientos y esperas, como por ejemplo en la sanidad. Pero podemos sustituir por ejemplo la visita de un profesional de la medicina por una videoconferencia ??? Muchas veces sí, y otras tantas no.
Así mismo con las relaciones con nuestros gestores financieros, con los bancos. Tenemos la experiencia que desde que el sector financiero se está digitalizando, la sensación es de despersonalización, de falta de atención y poca o nada satisfacción del usuario o cliente. En este caso podrá un cajero o una App sustituir el trato de una persona que oriente y asesore la mejor solución al cliente ??? No siempre, pero cuando éramos atendidos personalmente salíamos de la oficina con respuestas, con soluciones y además, gracias a la atención recibida, con la satisfacción de poder tomar la decisión mas acertada en el sentido que corresponda.
Ahora todos tenemos un Gestor Personal, que si bien lo miramos es lo mejor que nos puede pasar, a pesar de que la realidad es que no nos resuelve nuestras solicitudes, no atiende nuestras peticiones, tan solo escucha y nos solicita infinidad de ocasiones nuestros datos personales «como medida de seguridad», redireccionando la consulta o petición o terceros, ademas de que el «sistema» siempre va lento y no le deja entrar o modificar la opción solicitada.
La efectividad de este tipo de servicio de las grandes empresas, nombrando un Gestor Personal, no siempre es satisfactorio, además si lo valoramos a nivel de eficiencia no es resolutivo, seguramente por falta de formación, por lo que deberíamos plantearnos este tipo de servicio y reenfocarlo poniendo en el centro al Cliente o usuario.
Siempre «lo digital» no es la solución, pasar de un sistema a otro prácticamente digitalizado en su totalidad no es en absoluto efectivo, no podemos cerrar oficinas bancarias y dar como solución que utilicemos App o la web. Apostemos por soluciones mixtas, al menos hasta que TODOS dispongamos de la formación necesaria que facilite el uso de las herramientas y éstas estén pensadas para beneficiar a las partes.
“Si quieres ir rápido ve solo, si quieres llegar lejos ve acompañado” (proverbio africano)
El equipo es la parte esencial del proyecto que nos hará llegar lejos en cualquier actividad de nuestra existencia tanto a nivel profesional, familiar, social, deportivo, …. asi mismo será donde nos apoyaremos en los momentos menos agradecidos y aportará su experiencia, comprensión y ánimo necesario para continuar el trayecto.
Pero cuando confeccionamos el equipo, nos fijamos más en el objetivo final, o en lo que es capaz de aportar cada uno de manera individual. Todo suma, a veces la suma de las individualidades puede ser diferente a lo que pretendemos. Por ejemplo el típico 1+1 es más que 2, seguramente es medio cierto, por lo que seguramente para será válido para ciertos proyectos a nivel de alcance de objetivos y plazos, pero quizás no tanto para proyectos que pueden conllevar determinados riesgos o por ejemplo para toda una vida.
Quien no ha realizado un viaje con algún amigo o compañero y a la vuelta hemos dicho nunca más, sin embargo reconocemos que es muy buena persona, que tiene muchos atractivos, pero para el próximo viaje buscaremos otra compañía.
Lo mismo sucede con los equipos de trabajo o las sociedades para la creación de empresas, a medida que van madurando y nos vamos conociendo van surgiendo puntos que nos aproximan y otros que nos alejan de nuestros intereses iniciales, o al menos eso pensamos en determinados momentos, fruto de ello es que algunos proyectos que no alcanzan los resultados esperados culpabilizamos al equipo, lo mismo en las empresas con los cambios de socios, y como no a nivel personal.
Que el vocablo inglés «TEAM» tenga las mismas letras que la palabra «META» (objetivo o final) seguramente podemos pensar que es fruto de la casualidad, la realidad es que si queremos llegar lejos mejor ir bien acompañado.
Siguiendo la línea de un post anterior sobre la actitud del equipo en la estrategia, ampliamos el contenido con un ingrediente adicional, considerado clave, y que la encontramos en la pasión.
Entendemos por pasión, el elemento que proporciona un suplemento de energía que potencia nuestra voluntad superando la mayoría de obstáculos, que nos hace creer que el reto es posible alcanzando hitos a priori imposibles.
En la lucha por el poder, en las empresas o en el entorno social, todos deseamos lo mejor para nosotros mismos asi como con el resto de la organización o sociedad. Esto que es a simple vista natural y primitivo, muchas veces se transforma en una especie de competición para demostrar quién es el ganador, quién es el jefe.
Nadie necesita ser vencido, es una alegoría a todas aquellas personas que habiendo demostrado sus capacidades, habiéndoselo merecido, por su experiencia o siendo reconocido por votaciones públicas y libres, ocupan un cargo de liderazgo y se deben a los demás para la ejecución de unos planes para alcanzar unos objetivos.
No es un canto a la libertad, es tan solo una referencia al sentido común, a que podemos competir, a que debemos luchar por nuestros objetivos y sueños sin menospreciar a nuestros compañeros o competencia, sin infravalorar sus conocimientos, habilidades, experiencia ni empeño.
Hace un tiempo, admirábamos a nuestros jefes por su capacidad de hacer crecer la empresa, quizás no teníamos en cuenta el cómo. En estos momentos este tipo de figuras han cambiado hacia los líderes que son capaces de potenciando las capacidades del equipo valoran las personas y son capaces de ganar «con las personas» sin que nadie se sienta herido ni se considere vencido.
De hecho se dice que el primer perdedor es el segundo, el que no ha ganado, en cualquier circunstancia se puede no ganar, pero no se debe sentir ser vencido, se deben celebrar todas las victorias indistintamente del lugar en el que hemos clasificado, porque el esfuerzo y la ilusión siempre habrán estado presentes durante la carrera, sin bajar los brazos y dejando el listón bien alto.