Aprovecho la noticia publicada hoy en «Expansion» (prensa económica) bajo el titular «El plan estratégico es dinámico, estamos alerta a nuevas oportunidades», para comentar la importancia del seguimiento del Plan estratégico para adaptarlo periódicamente a cada momento, circunstancia y necesidad.
Como defensor del diseño y elaboración del Plan Estratégico, indiferentemente del tamaño y madurez de la empresa, no deja de sorprenderme que algunas empresas, después del arduo trabajo que significa este proceso, no son capaces de realizar el adecuado seguimiento y detectar las diferencias que surgen en el día a día de su implantación para integrarlas en el Plan o bien corregirlas a la mayor brevedad para evitar impactos posteriores en los objetivos.
Tener un Plan no siempre es sinónimo de hacer las cosas de la manera adecuada. Diseñar, elaborar, comunicar, implantar, desplegar, seguir, corregir, actuar, …… forma parte del modelo de implantación de la estrategia, modelo circular 360 que incluso en algunas empresas es un proceso continuo en el que a pesar de estar implantando el Plan actual ya se esta diseñando y elaborando el siguiente.
En este caso implica mucha agilidad y comunicación del equipo, elemento básico para la buena implantación.
De hecho, el dinamismo de un Plan Estratégico debe adecuarse (y si es posible anticiparse) al entorno de mercado, a la competencia, a la madurez de los productos y servicios, a las personas, a la voluntad de crecimiento de la empresa, del deseo de los socios, ….. y más en los momentos actuales.
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