Después de diseñar y elaborar la estrategia, tenemos unos objetivos claros, unos indicadores que medirán su avance y cumplimiento y una serie de planes de acción priorizados, con responsables y con un calendario.
Seguramente uno de los planes de acción y que es de vital importancia es el Plan de Marketing y a continuación el Plan de Comunicación y de la misma manera el Plan Comercial.
Aunque parezca obvio, el Plan de Marketing debe tener en cuenta y de manera categórica, al mercado o cliente que nos dirigimos, como eje principal y al cual nos moverá a realizar cuantas acciones seamos capaces de llevar a cabo.
A menudo me he encontrado con Planes de Marketing que únicamente están pensados desde dentro, desde la propia empresa, ofreciendo los productos y servicios como un típico catálogo.
No se trata de ofrecer productos y prestar servicios, se trata de ofrecer soluciones que satisfagan adecuadamente las necesidades de nuestros clientes y que por ello estén dispuestos a pagar un determinado valor económico.
Pensemos en nuestros clientes, quienes son y cuales son sus hábitos y seguro que podremos ofrecer mejores productos y servicios, a la vez que aumentaremos su índice de satisfacción conseguiremos incrementar la rentabilidad del negocio.
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