Diseñar y elaborar una buena estrategia ya no basta en los momentos actuales.
El éxito de su implantación dependerá, en buena medida, de las competencias del equipo directivo.
La orientación al cliente, la comunicación, el trabajo en equipo, el liderazgo con el ejemplo, la creatividad, el desarrollo de personas, entre otros, son aspectos o competencias clave que todo directivo debe tener, además por supuesto de tener los conocimientos y experiencia necesarios para llevar a buen término a toda la organización.
La experiencia, ni mucha ni poca, si bien es necesaria no es uno de los aspectos prioritarios, ya que a veces puede condicionar la creatividad e imaginación para abordar nuevos proyectos o iniciativas.
Es importante mantener la mente abierta a nuevas ideas y sobre todo potenciar que salgan del propio equipo, para apoyarlas y realizarlas.
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